6 consejos para postular a la facultad de derecho

¿Te has decidido finalmente por la abogacía? ¿Te ves de pie en un tribunal lleno de gente defendiendo a los inocentes y a los miembros más vulnerables de la sociedad? ¿Te sientes inspirado por hacer del mundo un lugar mejor (y más seguro) enjuiciando a quienes hacen lo contrario? ¿O te gustaría formar parte de uno de los más altos tribunales, donde puedes ayudar a dar forma y defender los estándares de justicia y libertad para las generaciones venideras? Si es así, lo primero que necesitas es una licenciatura en Derecho.

Conseguir una plaza en una buena facultad de Derecho es difícil, y obtenerla en las universidades más prestigiosas es una de las cosas más difíciles que puede hacer cualquier joven. Las plazas son limitadas y la competencia es feroz. Sea cual sea el lugar en el que quieras iniciar tu carrera jurídica, el primer gran reto es presentar la solicitud correctamente. Y hay muchas cosas a tener en cuenta. Por ejemplo: ¿Cuándo presentar la solicitud? ¿Qué debes escribir en tu carta de presentación? ¿Cómo destacar entre los demás candidatos? ¿Es necesaria una carta de recomendación? ¿Y si quieren que vaya a una entrevista? Se me dan fatal. ¿Qué universidad es la mejor para mí?

Por suerte, hemos preparado una selección de consejos que te facilitarán al máximo el proceso de admisión. Aquí te presentamos seis consejos para asegurarte una plaza en la facultad de Derecho.

1. Elige la facultad de derecho adecuada.

Las carreras de Derecho duran entre tres y cuatro años, por lo que elegir la facultad adecuada es esencial tanto para tu éxito académico como para tu bienestar personal. Investiga todo lo que puedas sobre las facultades que prefieras antes de presentar tu solicitud formal. Acude a las jornadas de puertas abiertas, donde tendrás la oportunidad de conocer el entorno y hablar con el personal y los estudiantes.

Si piensas estudiar fuera de casa, asistir a las jornadas de puertas abiertas puede resultar difícil, por no decir caro. Pero hacer ese esfuerzo adicional (y gastar un poco de dinero) podría ser la diferencia entre tener una gran experiencia universitaria o arrepentirte de tu decisión durante los próximos tres años. Al fin y al cabo, todas las universidades parecen impresionantes cuando lees sus prospectos. Verla por ti mismo es la mejor manera de saber si es el lugar adecuado para dar el impulso inicial a tu carrera de Derecho.

2. Presenta tu solicitud lo antes posible.

Hay muy pocas cosas en la vida que merezcan la pena dejarse para el último momento, y presentar la solicitud de admisión a la facultad de Derecho no es, desde luego, una de ellas. De hecho, si sólo quieres quedarte con una enseñanza de este artículo, asegúrate de que sea ésta: ¡presenta tu solicitud lo antes posible!

Olvídate de la fecha límite oficial. Los responsables de admisiones de las universidades empezarán a evaluar las solicitudes (y a tomar decisiones) mucho antes de la fecha límite, y cuanto más esperes, menos posibilidades tendrás de conseguir una plaza. Además, cuanto antes recibas la decisión, más tiempo tendrás para prepararte. Si las noticias son buenas, puedes empezar a prepararte para la experiencia y disfrutar del resto de tus vacaciones de verano. Y si las noticias no son tan buenas, aún hay tiempo de sobra para presentar una solicitud para la siguiente mejor opción.

3. Empieza en la dirección correcta.

Probablemente sabes adónde quieres llegar, pero ¿has pensado cómo? Una buena planificación es uno de los pasos más importantes para hacer realidad cualquier ambición. Puede que ya te sientas abrumado por lo que tienes que hacer, pero dividirlo en objetivos más pequeños que se sucedan de forma natural hará que esa tarea más grande y un tanto abrumadora parezca mucho más manejable. Además, es una forma estupenda de mantener la concentración, lo que inevitablemente significa que tomarás mejores decisiones.

Así que, aunque quieras convertirte en juez del Tribunal Supremo, empieza con ponerte como meta escribir una solicitud brillante, seguida de obtener la mejor nota en tu primer trabajo, y así sucesivamente. Porque como dice el antiguo proverbio, incluso el viaje más largo empieza con el primer paso. Y si todavía no sabes por dónde empezar tu aventura, empieza por el final.

4. Expón tu caso de la mejor manera posible.

La carta de presentación de una solicitud de admisión a la universidad es tu oportunidad de impresionar al responsable de admisiones. Puedes demostrar tu pasión, compromiso y ganas de aprender. Y lo que es más, es una oportunidad para mostrar algunas de las habilidades técnicas que todo buen abogado necesita; a saber, la capacidad de presentar un argumento bien construido. O, dicho de otro modo, la capacidad de persuadir a quien te escucha.

Pero, como cualquier experto te dirá, el arte de la persuasión es sutil. Por eso, aunque hay que transmitir confianza en uno mismo y ambición, no hay que esforzarse demasiado, ya que suele tener el efecto contrario. Evita las frases largas y rebuscadas, llenas de lenguaje florido o clichés. Limítate a frases cortas y concisas.

Utiliza verbos contundentes y respalda tus afirmaciones con ejemplos de la vida real. Habla con autoridad, pero sin arrogancia, y asegúrate de que todo lo que dices respalda el argumento de que mereces una plaza en el programa. De nuevo, empieza lo antes posible. Haz un primer borrador y déjalo unos días antes de editarlo. Hazlo varias veces y pronto tendrás una buena solicitud.

5. Haz que otras personas digan lo genial que eres.

Está muy bien decirle a alguien lo estupendo que eres, pero si otras personas dicen lo mismo, es mucho más probable que se den cuenta de que realmente eres increíble. En otras palabras, conseguir una carta de recomendación de una fuente de confianza y respetada es una de las mejores maneras de aumentar tus posibilidades de conseguir una plaza. Así que empieza a pensar a quién podrías pedírsela.

Un profesor o maestro actual es siempre una buena opción, aunque también son adecuados empleadores, entrenadores o miembros respetados de la comunidad. Sólo asegúrate de que sea alguien que entienda tus mejores cualidades. Que alguien con un título interesante firme al pie de tu carta es impresionante, pero lo que realmente cuenta es el contenido.

6. Prepárate para dar la impresión correcta.

Algunas facultades de Derecho pueden invitarte a una entrevista antes de tomar una decisión definitiva. Las entrevistas siempre crispan los nervios, pero piensa en ellas como una oportunidad para demostrar tu potencial y asegurarte una plaza. La reunión puede ser en persona o por Internet. En cualquier caso, la preparación es la clave del éxito.

Haz una lista de las preguntas que probablemente te harán y piensa en las respuestas. Anota tus ideas para poder formular mejores argumentos, y asegúrate de respaldar tus argumentos con ejemplos concretos, como experiencias académicas anteriores, trabajo voluntario o actividades extraescolares. Incluso puedes pedirle a un amigo íntimo o a un familiar que repase algunos escenarios de juegos de rol.

Y no te preocupes si ese día sigues nervioso. Es perfectamente natural; es sólo la forma que tiene tu cuerpo de recordarte que algo importante está a punto de ocurrir. Además, nadie está nunca preparado al 100% para una entrevista, pero mucha preparación te dará la sensación de confianza y, a menudo, eso es todo lo que hace falta.

En resumen, prepárate mucho y presenta tu solicitud lo antes posible. Miles de otros estudiantes potenciales están pensando en estos momentos en terminar esa carta de presentación. Puede que algunos estén ocupados con compromisos personales, mientras que otros simplemente lo están posponiendo. Distínguete del resto y termina la tuya ahora. El Derecho es un campo extremadamente competitivo, y aprovechar al máximo todas las ventajas posibles es el camino más rápido hacia la cima.